¿Reconoces tus emociones cuando comes?.





 

" Una necesidad es un estado de carencia que, si no se satisface, genera sentimientos de privación, insatisfacción o desequilibrio ".










Es cierto, el comer está muy unido a la emoción. De hecho el hambre es una de las sensaciones corporales, más unida a los estímulos cerebrales.

¿Como se crea el estimulo del hambre?.

Cuando sentimos hambre, el registro de esta necesidad se centra en el hipotálamo. Éste recibe constantemente información acerca del estado del cuerpo a través de una compleja interacción entre las hormonas, las neuropéptidos y los neurotransmisores.

Se bajan los niveles de glucosa, minerales o lípidos, la información llega desde la sangre, el estómago, los intestinos y las células adiposas. Al registrarla, el hipotálamo manda estas señales hacia la corteza. Allí la información excita las áreas del cerebro que registran conscientemente el hambre con el fin de que organicen la búsqueda, preparación y acción de comer.



¿Cómo es el proceso cerebral de creación de necesidades?.



En primer lugar, y ante un estímulo apropiado, el cerebro crea una necesidad que demanda ser satisfecha. Por ejemplo, si el estímulo es un descenso del nivel de glucosa en la sangre, la necesidad será hambre. Si el estimulo es más complejo, como el aislamiento social, puede producir impulsos más difícil de identificar, como el gusto por las reuniones. Sea cual sea la forma que adopten, estos impulsos van acompañados de una sensación de vació, y su propósito es siempre desencadenar una acción.

Normalmente la acción (comer, relacionase) es recompensada por sensaciones de placer positivas. Cuando se completa una acción, el caudal de placer se reemplaza por una sensación de satisfacción (siempre momentánea).

Esta forma de actuar tiene mucho que ver con el comportomiento compulsivo por estados de ansiedad, miedo, vació....

¿Cuales son  la palabras cables que tenemos que tener en cuenta?.

Durante esta explicación han aparecido palabras cables que nos explican muy bien porque no podemos remediar ciertas acciones, sobre todo sino somos conscientes de que tipo de factores las provocan.
Palabras como impulso, vació, necesidad... el vinculo del comer con el relacionase, y como no el placer como sensación de satisfacción, pero siempre momentánea, definen muy bien la respuesta a la pregunta que hacíamos al empezar este escrito.

Hiperestimulación cerebral.

Todo esto tiene una explicación al comprobar que unas partes de nuestro cerebro en nuestra sociedad  occidental, están hiperestimuladas.
La primera de ellas es LA AMIGDALA CEREBRAL, que será la encargada de despertar la alarma al cerebro (contiene el patrón de hipervigilancia, irritación rápida, ataque de angustia o de pánico). Es la que se pone en alerta cuando nos sentimos amenazados.
 Es de todos conocidos que la reacción a un estimulo amenazador, es una reacción de contracción muscular. Esta respuesta de tensión estaba muy bien cuando teníamos que defendernos de animales salvajes. En el entorno socio-cultural en el que nos encontramos hoy en día, su equivalente estaría en "los ataques" laborales, en la oficina, la tienda, o el despacho, donde la amenaza viene de parte de un compañero o de un posible cliente, además sin olvidar de toda esta información que nos llega a través de los medios de comunicación diariamente, así como el gusto de muchos por las películas de miedo.
El sistema muscular se prepara para la huida, (nuestra respuesta a nivel de amigdala es la misma) o ataque, pero en nuestro entorno actual de ciudadanos, esta respuesta no es posible. Por tanto esta tensión emocional queda acumulada dentro del organismo, y es por eso que la amigdala cerebral se encuentra hiperestimulada, y nuestro deposito emocional lleno.

La segunda que se encuentra hiperestimulada es el centro del placer, que es EL NÚCLEO ACCUMBENS, que fisiologicamente, está comprobado, que es el centro de las adicciones. Por este centro se explica como las personas están dispuestas a buscar gratificación inmediata a costa de perder gratificaciones a largo plazo.
Si relacionásemos estos dos centros cerebrales, nos explicaremos porque las adicciones a ciertos alimentos, y la necesidad compulsiva de comer a todas horas, es un comportamiento normal de nuestra sociedad.

Nuestro entorno social, crea una serie de estímulos continuos, no gestionados, o liberados, que se acumulan en nosotros, y que probocan un estado emocional alterado, muchas veces relacionado con el estress laboral, la ansiedad, o el miedo.



Esto hace que busquemos el consuelo en estímulos rápidos, y que sea tan dificil dejar alimentos como el chocolate, el queso, los helados... que van directamente a darnos placer, y aliviar estos vacíos existenciales que padecemos en nuestras vidas.
Según el tipo de emoción nos atraerá más las proteinas, (siendo estas más vinculadas a la protección, y a las barreras y corazas), o a los carbohidratos y azucares, (ansiedad, nerviosismo...).

 

Que la belleza de esta fotografia y la emoción que te produce te acompañe siempre....!
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